La sincronicidad o coincidencia significativa es la conexión entre dos o más hechos en momento concreto.
Todos hemos experimentado el poder de transformación que estas coincidencias tienen en nuestra vida sobre todo en momentos de cambio o de crisis. El caos parece que se ordena y nos lleva a un diálogo con el inconsciente, a replantearnos lo que creíamos o pensábamos hasta aquel momento.
Todo lo que nace o se hace en un momento determinado tiene la calidad energética de este momento, así pues la carta astral es un hecho sincrónico y no una influencia planetaria concreta. Es un hecho coincidente que nos habla de aspectos mas intuitivos y simbólicos que racionales.
La carta astral contiene aspectos psicológicos potenciales, tensiones y conflictos, expresiones arquetípicas que pueden ser positivas o negativas aparentemente, creativas o destructivas, profundas o superficiales.
Los planetas o las posiciones planetarias no son los causantes de lo que nos pasa, no influyen de forma real como algunos creen supersticiosamente, sino que nos abren la puerta al inconsciente como lo hacen también los sueños y muchas veces los síntomas psicológicos.
Los arquetipos astrológicos no nos hablan de valores o preferencias personales sino de experiencias transformadoras y de crecimiento.
Esta es la razón por la que dos individuos con cartas astrales similares pueden tener vivencias opuestas.