El aspecto femenino de Quirón

Normalmente vemos en el arquetipo de Quirón su lado masculino, la sabiduría y conexión con la intuición y la sanación que, aunque no sean aspectos específicamente masculinos, siempre se les da una connotación activa o perteneciendo a un aspecto más celeste que terrestre.
No es casual que la regencia mas atribuida a Quirón sea Sagitario, signo inequívocamente masculino que conecta aspectos humanos y divinos, siempre mirando hacia el cielo y lanzando su flecha creativa y fertilizante.
Pero no se le da voz al aspecto femenino contenido en esta experiencia, a la regencia también atribuida de Quirón al signo de Virgo, signo callado, expiatorio y regenadoramente pasivo.
Sin duda, en el trabajo que Quirón hace hasta llegar a la sabiduría hay muchos pasajes de bajada al submundo, de dolor y aceptación, de enfermedad, y casi diría de muerte, como corresponde al trabajo chamánico.
Toda persona que quiera llegar a sanar a los otros, tiene que pasar por un proceso de enfermedad y muerte alquímica.
Este aspecto no tan atractivo y vistoso implica un trabajo en el aspecto femenino que está descrito, mitológicamente, en las mujeres que tienen relación con Quirón. Vamos a ver quienes son estas mujeres y qué significado nos puede aportar su experiencia en el trabajo del nuestro sanador herido.
La primera mujer que tiene relación con Quirón es, obviamente, su madre Filira, una ninfa hija de Océano y Tetis, de la cual Cronos, su padre, se enamoró y quiso seducir. Pero ella para escaparse, se convirtió en yegua, y a su vez, Cronos se convirtió en caballo para poder unirse con ella.
Otra versión dice que solo Cronos se convirtió en caballo al verse sorprendido por su mujer, Rea, mientras copulaba con Filira. De una u otra manera, el personaje nacido de esta unión es Quirón, el centauro, mitad hombre y mitad caballo. Su madre, al no poder soportar la visión aberrante de su hijo, pidió a los dioses que la convirtieran en cualquier cosa y la convirtieron en un tilo.
Vemos pues, en este primer personaje femenino de Quirón, que es una ninfa, la referencia sobre el aspecto instintivo y libre de la naturaleza en el trabajo de Quirón.
Las ninfas son sacerdotisas que servían en los templos de la Diosa (igual que el arquetipo de Virgo) y eran vírgenes en el sentido de ser libres en su contacto con los hombres, eran maestras en las artes sexuales pero no estaban ligadas a ningún compromiso en sus relaciones amorosas y ejercían una función de oráculo y sanación.
Las ninfas estaban en contacto con los espíritus de la naturaleza y se dejaban llevar por su lado instintivo, de aquí viene la palabra ninfómana que usamos para designar a mujeres con un gran instinto sexual.
Atravesar el dolor que supone la orfandad simbólica, es una característica básica del proceso que tenemos que vivir si nos aventuramos a entrar en el viaje chamánico que nos plantea Quirón.
Otro personaje femenino en el mito, es su mujer Cariclo, otra ninfa de la que no hay muchas noticias; solo que como sanadora ayudaba a Quirón y que tuvo con él una hija llamada Ocírroe o Endeis, o el nombre más conocido de Hipe (palabra relacionada con caballo: hípica o hipódromo).
De Hipe conocemos la historia: se explica que era amiga de Artemisa, la diosa más libre e independiente del Olimpo y que salían juntas a cazar. Artemisa, por otro lado, es una diosa a la cual se considera vidente y profetisa, estudiosa de la astrología y hay que pensar, que si Hipe y Artemisa eran amigas, compartían los mismos ideales.
Sabemos también que Hipe en algún momento, se atrevió a desafiar a su padre con sus poderes mediumnicos, diciéndole que cambiaría su naturaleza inmortal (cosa que realmente fue así al final de su vida). Quirón se enfureció al no aceptar que su hija fuera más sabia que él.
La parte masculina de Quirón, en su relación con Sagitario, sabemos que puede tener el defecto del dogmatismo, y esta experiencia de Hipe nos lo confirma, pero seguimos con el mito.

Hipe fue seducida por Eolo, el viento, y temiendo la reacción de su padre y de la propia Artemisa, se refugió en el fondo del mar con su tío Poseidón, hasta que dio a luz a su hija.
Cuando nació Melanipa, su hija, Hipe se convirtió en una constelación, la de Pegaso, el caballo alado.
En este personaje vemos con más detalle el aspecto femenino de Quirón relacionado con Virgo. Hipe comparte con las otras dos mujeres descritas anteriormente, el aspecto instintivo o libre, aunque en ella se produce la caída o la crisis. Se deja seducir por Eolo, el aire, el lado mental, y tiene que pagar un precio, el de tener que esconderse de la ira de su padre y de Artemisa, en el fondo del mar, el aspecto emocional, donde más tarde o más temprano, tenemos que bucear para conocer nuestros orígenes y pasiones, escondiéndonos de nuestro lado mental, que nunca querría que entráramos en estos terrenos.
Melanipa, la nieta de Quirón, no lo pasó mejor que su madre, puesto que fue seducida por su tío abuelo Poseidón.
Este la cegó y la enterró viva después de dar a luz a gemelos que le fueron arrebatados y abandonados en la montaña, como tantos héroes, y que fueron salvados de la muerte por un pastor que los cuidó. Ya mayores, rescataron a su madre y Poseidón arrepentido, le devolvió la vista a Melanipa.
Cómo vemos, los mitos femeninos de Quirón son un poco trágicos, puesto que tanto Hipe como Melanipa, pasan por pruebas especialmente difíciles. Una escondida bajo el mar, la otra enterrada viva, esto no es más que una descripción simbólica de que quién quiere llegar a ser sabio como Quirón, tiene que pasar varias pruebas. Primero, la aceptación de orfandad, uno no puede seguir dependiendo de los arquetipos parentales. Otra, que uno tiene que entrar en su parte emocional inconsciente para ver cuál es el origen de sus conflictos o neurosis. Siempre se paga un precio para dejarse seducir por lo mental, tan claro y evidente aunque no puede hacer nada para callar el instinto.
Después de esto, uno puede dar a luz a los gemelos, la parte mental que puede explicar y hacer inteligible lo que ha aprendido para lo cual, tiene que esperar un tiempo bajo tierra, cegado, hasta que lo que uno puede dar a los otros está desposeido de ego.
Cómo vemos, el viaje del femenino de Quirón no es nada fácil y nos recuerda las vicisitudes de Perséfone (personaje central en el mito de Virgo) que tiene que  ser raptada por Hades, hasta que consigue ser la reina del inframundo de pleno derecho y expresando toda su sabiduría.
El aspecto femenino deQuirón nos habla de la naturaleza de la prueba que tenemos que pasar para llegar al conocimiento prometido en este arquetipo, de la misma forma que en el signo de Virgo, donde la prueba es el trabajo y la enfermedad, que todos tenemos que sanar para abrirnos a la conciencia de las relaciones que empiezan en Libra.
He visto en muchas mujeres que tienen Quirón destacado a su carta, y también en mis propias experiencias, que estos aspectos femeninos tienen mucha fuerza, que nos dan claves sobre el proceso por el que hay que pasar. Es útil conocerlo, puesto que a veces nos quedamos en el aspecto agradable del mito y no vemos las pruebas que tenemos que atravesar para llegar a ser personas conscientes y también para ver que el lado instintivo, tan presente en todas las mujeres que he descrito, puede ser la clave para adentrarnos en el terreno de la sabiduría, a la cual normalmente damos una connotación mas mental tal vez equivocadamente. Hay que ver todo lo que se desencadena cuando Hipe es seducida por el aire.
Este aspecto de Quirón me parece integrativo, puesto que en él están presentes los cuatro elementos: el fuego en el propio Quirón, el aire en Eolo, el agua donde se esconde Hipe y la tierra en el lento proceso de entierro de Melanipa.
Es curioso ver como también está presente el aspecto polar de Sagitario, Geminis, en los gemelos que resuelven el problema. Esto nos hace ver que después de las crisis podemos comunicar la experiencia y abrir nuestros potenciales vivificantes y creativos, para ayudar a los otros en su ceguera, cosa que también describe el mito cuando recupera la vista  Melanipa.
En definitiva, este aspecto menos conocido del mito de Quirón, nos está hablando de un proceso terapéutico que todos, en mayor o menor medida, estamos viviendo. Espero que este escrito pueda dar un poco de luz sobre los pasos inevitables en el despertar de la conciencia.

Teresa Andreu

Articulo editado por Cyclos (boletín de la Asociación de Astrología de Cataluña) N.º 11. Otoño 1996.