ESCORPIÓN
Escorpión es un signo intenso, profundamente emocional y pasional, que lleva a sus nativos o a quienes tienen este signo destacado, a ser posesivos y celosos en sus afectos y a destruir todo lo que no sirve o no es perfectamente claro y honesto en sus relaciones.
En Escorpión siempre hay una tremenda fuerza e intensidad psíquica, con tendencia a la obsesión, al dolor secreto y a la lucha con el instinto.
El tiempo de Escorpión es un tiempo de destrucción y muerte para que más adelante pueda surgir la vida.
Los mitos relacionados con este signo nos hablan del poder y estrategia del héroe para vencer al monstruo escondido y a la necesidad de entrar en su infierno personal para salir libre y renovado. Las leyendas de la lucha del hombre con el dragón son un claro ejemplo.
Escorpión es un signo de agua, el central o fijo del otoño, cuando la vegetación muere y la tierra se pudre.
El agua de Escorpión es la de los pantanos, el agua estancada de donde surge la vida desde la muerte, el caldo de cultivo que en su descomposición origina nuevamente la vida.
En Escorpión las emociones son extremas y contradictorias, es el instinto con toda su crudeza, ya no buscamos armonía como en Libra, aquí nos la jugamos y miramos en el espejo lo más oscuro que podemos reflejar, las emociones negativas: el odio, los celos y la envidia con todo su potencial de fuerza destructiva.
No es extraño que los mitos nos hablen de monstruos horribles que nacen de estas emociones que tanto nos avergüenzan y guardamos en secreto.
Escorpión es el lugar oscuro de cada uno, donde morimos y renacemos si somos capaces de enfrentarnos con estos personajes tan destructivos que hemos generado a raíz de nuestro dolor y solemos proyectar en los otros.